SUSPENDIDA HASTA NUEVO AVISO LA RUTA POR IMPOSIBILIDAD DE REALIZACIÓN POR LAS CONDICIONES EN LAS QUE SE ENCUENTRA EL TERRENO POR EL QUE DISCURRE LA RUTA
RUTA SENDERISTA
"DEL AGUA DE LOS MOLINOS DE CUBO Y RODEZNO DE LA VILLA DE ALEDO Y SU ARRABAL DE TOTANA"
Domingo, 16 de marzo de 2025 – 8:00 de la mañana
ABIERTA A NO FEDERADOS EN MONTAÑA
Ruta senderista que nos llevará por el curso de agua que movía las ruedas de las piedras de la molienda de los molinos de cubo y rodezno de la villa de Aledo y su "arrabal" de Totana. Desde los nacimientos situados en las Canales y Patalache, hasta que el agua, después de hacer de fuerza motriz de los rodeznos de los molinos, se desparramaba en acequias e hijuelas para regar la huerta de Totana. Retornaremos a Aledo por el primitivo camino de herradura medieval que unía la villa con el arrabal.
- NO FEDERADOS/NO SOCIOS: 5,00 €/2,00 € - ANTES DEL JUEVES 13 DE MARZO A LAS 20:00 HORAS.
PARA PODER TRAMITARLES EL SEGURO DE UN DÍA.
- FEDERADOS Y SOCIOS: GRATUITA - ANTES DEL SABADO 15 DE MARZO A LAS 12:00 HORAS.
- NO SOCIOS FEDERADOS: 2,00 € - ANTES DEL SABADO 15 DE MARZO A LAS 12:00 HORAS.
FECHA: Domingo, 16 de marzo de 2025.
Desde el lugar donde dejaremos los vehículos nos dirigiremos
a Las Canales, barrio “extramuros” de Aledo donde se encuentran las alfarerías.
Allí podremos ver los típicos “cacharros” de barro, si tenemos suerte algunos
estarán secándose al sol de la mañana mostrando un catálogo de los modelos
elaborados por las manos de los alfareros. En las Canales visitaremos un horno
moruno que está en estado de abandono, ejemplo del estado ruinoso de un
patrimonio etnológico que se pierde para siempre. Junto a Las Canales se
encuentra el primer resto hidráulico que visitaremos en la ruta, se trata de
“El Río”. Este nombre tan ilustrativo hace referencia a una galería excavada en
horizontal en el terreno. Desde allí brotaba un abundante caudal de agua que
luego era conducido a un lavadero donde la gente del pueblo traía la ropa en
carretones para lavarla.
Después de un pequeño tramo de rambla nos dirigiremos a
Patalache, pequeño caserío con una balsa de posible origen árabe donde se
regulaba el agua que regaba la parte oeste de la Huerta de Aledo. Desde
Patalache bajaremos a las entrañas de la Rambla de Los Molinos, para visitar el
primer molino de la lista de 11 que nos esperan a lo largo de la ruta. Este es
el Molino Nuevo. Su nombre es ilustrativo, pues se trata del Molino más moderno
de todos los que visitaremos, pero el estado ruinoso es el mismo que los demás.
A partir de aquí nuestra ruta será la misma que seguía el agua que movía las
ruedas de los molinos. Bajaremos al fondo de la rambla donde se encuentra la
Cueva de la Mauta, una sorprendente cavidad donde podremos ilustrar
perfectamente cual es la razón por la cual en las cercanías del pueblo de Aledo
hay tantos afloramientos de agua. Seguiremos bajando hasta el Molino Cavero, el
nombre de este molino esconde un secreto que se desvelará sólo a los que
asistan a la excursión. Continuaremos hacia el Molino Chancla y el Molino
Ramos. El estado de abandono del caño impide que se pueda seguir su trazado en
algunos tramos, por lo que tendremos que continuar la ruta por las terrazas
abandonadas de la Huerta de Aledo. Así hasta llegar al Molino Chiquito donde
nada más dejarlo atrás nos adentraremos en el fondo de la Rambla de los Molinos
para seguir los pasos de un viejo camino que nos llevará hasta el Molino Alto.
Este molino era uno de los más grandes del conjunto y conserva algunos restos
de la maquinaria y engranajes que permitían la molienda. A tiro de piedra está
el Molino Mora, cuyo cubo sirvió como mojón de separación de los términos
municipales de Aledo y Totana, esta es otra historia que se contará el domingo.
Junto al Molino Mora podremos ver otra galería por la cual todavía brota agua y
que abastecía al caño de los Molinos. La llegada al Molino Segundo nos
sorprenderá, pues es el único molino que no está en ruina, pues ha sido
restaurado como vivienda. En este punto dejaremos el caño y cruzaremos de
nuevo la Rambla de los Molinos para seguir bajando por un cómodo camino de tierra
color gris azulado hasta la Ermita de la Virgen de las Huertas, donde tendremos
un pequeño descanso para tomar el almuerzo.
En este punto se acaba la bajada y ahora nos tocará subir hasta el punto donde comenzamos la ruta. Pero antes tendremos que pasar por el Molino de la Huerta, o mejor dicho, por el cubo del desaparecido Molino de la Huerta. Casi sin darnos cuenta pasaremos junto al Molino Tello y en pocos metros nos adentraremos en el viejo camino que unía Aledo con Totana, sí Aledo con Totana, no Totana con Aledo. Esto también tiene una explicación que se desvelará el domingo. Este camino abandonado es el primitivo nexo de unión de Aledo con el Valle del Guadalentín. Su trazado es una gran obra de ingeniería que en algunos tramos conserva el empedrado que permitía el paso de las “bestias” y de los “carromatos”. Veremos a vista de pájaro el Molino Primero que conserva el “casal” completamente. La subida seguirá siendo agradable por las vistas y llegaremos al paraje de las Fontanillas, otro topónimo que nos dice de la presencia de afloramientos de agua. Junto al camino podremos ver otra galería asociada a una pequeña balsa de almacenamiento de agua. Más adelante en el fondo de la rambla podremos oír como brota el agua en otro manantial. El camino seguirá subiendo hacia el pueblo de Aledo que parece un nido de águilas. Al llegar al pie del cerro donde se encuentra el castillo de Aledo nos saldrá al paso una torre medieval cuya historia se conocerá el día de la excursión. Sólo anticipar que junto a la torre se encuentra el Pozo de los Moros, otro manantial de agua lleno de leyendas que tampoco se desvelarán ahora. Iremos bordeando el cerro de Aledo hasta llegar a la Fuente Allabajo. Otro ejemplo más de un manantial de agua en galería asociado a un sistema de riego y aprovechamiento humano. Las últimas cuestas nos llevarán al mismo lugar de inicio donde terminará nuestra ruta.
GUÍA:
José A. Galián Ros